HERBOLARIUM ET MATERIA MEDICA

El arte de curar en la Alta Edad Media

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Formato

360 x 250 mm

Extensión

452 páginas

Idioma

Español

Ilustraciones

100 ilustraciones

Un testigo de excepción de la ciencia médica en la Alta Edad Media

DESCRIPCIÓN

ÍNDICE

  • PREFACIO
  • INTRODUCCIÓN: Una visión tradicional de la terapia medieval (Alain Touwaide)
  • PRIMERA PARTE: El manuscrito de Lucca (Arsenio Ferraces)
  • SEGUNDA PARTE: Farmacología y terapia en la Edad Media

CAPÍTULO PRIMERO: Las fuentes de la terapia medieval (Alain Touwaide)

CAPÍTULO SEGUNDO: In corpus altomedieval de materia médica (Arsenio Ferraces)

CAPÍTULO TERCERO: La formación del texto del manuscrito de Luca (Arsenio Ferraces)

CAPÍTULO CUARTO: Las ilustraciones del manuscrito de Lucca (Alain Touwaide)

CAPÍTULO QUINTO: Enfermedad y curación (Alain Touwaide)

  • TERCERA PARTE: El texto del manuscrito de Lucca y su traducción (José Manuel Cañas Reíllo)

TRANSCRIPCIÓN

TRADUCCIÓN

CONCLUSIÓN: Hacia una nueva historia de la terapia altomedieval (Alain Touwaide)

  • BIBLIOGRAFÍA
  • APÉNDICES
  • LISTA DE LOS MANUSCRITOS CITADOS
  • ÍNDICE TEMÁTICO
  • ÍNDICE DE ILUSTRACIONES

 

El Herbolarium et Materia Medica (códice 296 de la Biblioteca Estatal de Luca), manuscrito del siglo X, es un testimonio excepcional  de un corpus de materia médica constituido en la Antigüedad Tardía.

El manuscrito está constituido por una serie de textos antiguos que fueron agrupados entre los siglos IV-VI para formar una especie de manual práctico de farmacopea que tuvo una amplia difusión durante toda la Edad Media. Básicamente tiene dos grupos de textos, uno de fitoterapia, en el que se describen las virtudes terapéuticas de cerca de dos centenares de plantas, y otro de zooterapia, que ofrece recetas elaboradas a partir de órganos y sustancias de origen animal .

De contenido fitoterapéutico son tres tratados. El primero es el “Libro sobre la hierba betónica”, cuya redacción se atribuye a Antonio Musa, médico del emperador Augusto, y que está formado por cuarenta y siete recetas para la curación de diversas enfermedades (cálculos, icteria, mordeduras de serpiente o de perro rabioso, color de cabeza, etc.).

El tratado principal es un Herbario, falsamente atribuido a Apuleyo, escritor africano del s. II. Describe los poderes curativos de ciento treinta plantas, entre ellas la mandrágora, a la que se atribuía figura humana, y cuya recolección exigía el cumplimento de un estricto ritual para evitar la muerte del propio herborista. El Herbario está precedido de un índice de afecciones con el número de capítulo en el que se encuentran, esto indica la finalidad práctica de este herbario.

El tercer texto que describe recetas de origen vegetal son los “Remedios obtenidos de las plantas”. La parte principal de este texto es una traducción al latín de la obra de Dioscórides, autor del más famoso recetario de todos los tiempos “De materia medica”, escrito en Roma, en griego, durante el siglo I. El códice de Luca ofrece las virtudes terapéuticas de cerca de ciento cincuenta plantas del ámbito mediterráneo (los bulbos, el regaliz, la cola de caballo, la siempreviva, etc.). Cada capítulo contiene, una descripción botánica de la planta, sus propiedades medicinales e indicaciones sobre el procedimiento y la época del año para su recolección, además de una oración que era necesario pronunciar para obtener el efecto curativo deseado.

De contenido zooterapéutico son también tres tratados: “Sobre el tejón”, “Libro de remedios obtenidos de animales mayores, ganado menor, fieras y aves” y los “Remedios obtenidos de los animales”. En total se ofrecen remedios basados en el empleo de partes del cuerpo y sustancias (dientes, cuernos, excrementos, sangre, orina, semen, etc.) de unos setenta animales, ordenados en función de su tamaño, de mayor a menor.

El conjunto se completa con un recetario atribuido a Galeno, quizá redactado en el siglo VI, que describe los poderes curativos de diversos elementos de origen animal, vegetal y mineral; con un pequeño texto de antropoterapia , “Remedios obtenidos del cuerpo humano” y con un calendario dietético, en el que se indica qué plantas deben tomarse en cada uno de los meses del año. La antropoterapia ofrece, en cuatro capítulos, las propiedades terapéuticas de la orina, de la sangre menstrual y otros elementos como cabellos y dientes. Un capítulo se ocupa del Pronóstico, es decir, contiene instrucciones para desvelar, basándose en la observación de la orina, si el enfermo morirá o sobrevivirá.

La gran mayoría de los textos están acompañados de vistosas ilustraciones que representan la planta o el animal cuyas propiedades terapéuticas se refieren en el capítulo. En ocasiones, como sucede en el caso de recetas para las mordeduras de serpientes o para los venenos, se ofrece también un dibujo de la serpiente, a modo de referencia visual para una rápida visualización de la receta. El mismo objetivo persiguen algunos dibujos añadidos más tarde en los márgenes, como el de una muela para advertir que allí se encuentra un remedio para el dolor de dientes y muelas.

El Herbolarioum et Materia Medica demuestra la voluntad de construir una colección coherente de tratados especializados en materia médica –o lo que es lo mismo, en las sustancias naturales de los tres reinos, el vegetal, el mineral y el animal- que funcionan como los capítulos de una obra unitaria.